Gestión de emisiones: ¿Cuáles son los principales retos para las empresas en América Latina?  

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La gestión de emisiones se ha consolidado como un componente estratégico esencial para las empresas que buscan mantenerse competitivas y sostenibles en un entorno global cada vez más exigente. En América Latina, si bien la región contribuye con una proporción menor de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, su alta vulnerabilidad al cambio climático y su creciente integración en cadenas de valor internacionales hacen que la acción empresarial sea no solo necesaria, sino urgente. Las empresas están llamadas a desempeñar un papel activo en la transición hacia economías bajas en carbono, alineando sus operaciones con los compromisos climáticos nacionales e internacionales y respondiendo a la presión de inversionistas, reguladores y consumidores que exigen mayor transparencia y responsabilidad ambiental. 

El papel de la gestión de emisiones en la estrategia de descarbonización 

La gestión de emisiones permite a las empresas medir, reducir y reportar su huella de carbono, lo cual es esencial para cumplir con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) establecidas en el marco del Acuerdo de París. Para que este proceso sea riguroso y útil, es clave establecer un año base sólido y representativo, que sirva como referencia para evaluar avances en la reducción de emisiones.  

Asimismo, es fundamental identificar las principales fuentes de emisiones, tanto directas (Alcance 1) como indirectas. En particular, realizar un mapeo exhaustivo del Alcance 3 —que incluye emisiones generadas a lo largo de la cadena de valor, como transporte, uso de productos, viajes de negocios o bienes adquiridos— permite a las empresas tener una visión completa de su impacto climático. Este enfoque integral no solo fortalece la estrategia de sostenibilidad, sino que también abre oportunidades de innovación, acceso a financiamiento verde y ventajas competitivas en mercados cada vez más orientados hacia la descarbonización. 

Aunque tradicionalmente se ha asociado esta práctica con grandes industrias, hoy en día cualquier empresa que quiera mantenerse competitiva debe gestionar sus emisiones. Esto incluye desde corporaciones multinacionales hasta pymes de todos los sectores de la economía, tales como energía, transporte, manufactura, agroindustria o servicios. Las cadenas de suministro globales también están exigiendo a sus proveedores transparencia climática, lo que amplía el alcance de esta responsabilidad. 

¿Con qué frecuencia deben monitorizarse las emisiones? 

La frecuencia con la que se monitorean las emisiones ya no puede limitarse a una única evaluación anual. Aunque tradicionalmente se consideraba suficiente un inventario anual de emisiones, este enfoque ha quedado obsoleto frente a las exigencias actuales de gestión climática. Hoy, la frecuencia ideal no depende tanto del tamaño o sector de la empresa, sino de la disponibilidad y calidad de los datos que puedan recopilarse a lo largo del año. 

Contar con información actualizada de manera mensual, trimestral o semestral permite a las organizaciones no solo cumplir con los requisitos de transparencia, sino también tomar decisiones oportunas sobre sus proyectos de reducción de emisiones. Este monitoreo más frecuente es clave para identificar desviaciones, ajustar estrategias en tiempo real y evitar que las empresas operen “a ciegas” durante largos periodos. Además, mejora significativamente la rendición de cuentas ante inversionistas, reguladores y consumidores, quienes cada vez exigen mayor trazabilidad y acción climática concreta. 

Principales retos en América Latina 

A pesar del creciente interés por la sostenibilidad, las empresas en América Latina enfrentan diversos desafíos estructurales y operativos que dificultan una gestión efectiva de sus emisiones: 

Desafíos de obligatoriedad

En varios países de América Latina se han desarrollado iniciativas valiosas para promover la medición y reporte de emisiones, como la Huella de Carbono Perú y el Programa Huella Chile. Estos programas, liderados por los ministerios del ambiente de cada país respectivamente, han sido fundamentales para sensibilizar al sector privado, generar capacidades técnicas y fomentar una cultura de sostenibilidad empresarial. Sin embargo, al tratarse de esquemas voluntarios, su alcance aún es limitado y su adopción varía entre sectores y regiones. El desafío hacia adelante es avanzar progresivamente hacia marcos regulatorios obligatorios más robustos que consoliden estos esfuerzos y aseguren una implementación más amplia y homogénea. 

Limitado acceso a financiamiento climático

 América Latina recibe solo alrededor del 17% del financiamiento climático internacional, lo que restringe la capacidad de muchas empresas para invertir en tecnologías limpias y procesos de descarbonización. A pesar del interés creciente del sector privado, persisten barreras como la falta de incentivos claros, dificultades para estructurar proyectos financiables y escasa articulación entre actores públicos y privados. Esto limita la implementación de acciones climáticas a gran escala, especialmente en sectores con alta intensidad de emisiones. 

Falta de inversión en herramientas de gestión

Muchas empresas no priorizan la inversión en herramientas digitales que faciliten la recopilación, análisis y reporte de datos de emisiones. Esto impide liberar al personal técnico para que pueda enfocarse en tareas más tácticas y estratégicas, como la planificación de proyectos de reducción o la integración de criterios ESG en la toma de decisiones. 

En WayCarbon, llevamos casi dos décadas apostando por la innovación como motor de la sostenibilidad. Fruto de ese compromiso, desarrollamos una plataforma tecnológica que hoy se posiciona como una herramienta clave para la gestión de datos de emisiones e indicadores ESG: WayCarbon Ecosystem.

Esta solución permite a las empresas medir, reportar y reducir sus emisiones de forma efectiva, transparente y trazable, facilitando así la integración de la sostenibilidad en el núcleo de su estrategia empresarial y minimizando riesgos de retrocesos o errores en el proceso. A la fecha, más de 100 empresas confían año tras año en nuestra solución, la cual mejoramos de forma continua para adaptarla a las necesidades cambiantes de nuestros clientes y a un entorno regulatorio y de mercado en constante evolución, donde los estándares y marcos de reporte se actualizan con rapidez y creciente exigencia.  

Katherine Bocanegra
Business Development Lead en WayCarbon |  + posts

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