WayCarbon Talks: los objetivos de SBTi en la práctica 

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Una de las formas más reconocidas por el mercado para establecer compromisos de descarbonización, la Science Based Targets Initiative (SBTi) certifica que los objetivos corporativos se basan en la ciencia climática más actual y tienen la ambición necesaria para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

En 2024, la institución se enfrentó a una crisis después de que su consejo anunciara que permitiría el uso de créditos de carbono (offsets) para compensar las emisiones de Alcance 3. Esta decisión fue considerada un retroceso por los expertos y los empleados de la iniciativa, lo que llevó al consejo a dar marcha atrás en su decisión. En este contexto, los expertos comenzaron el videocast discutiendo la cuestión: ¿sigue siendo confiable SBTi?

Como norma, en lo que respecta a las estrategias de descarbonización y Net-Zero, SBTi sigue siendo la mejor referencia metodológica, ya que es más completa e incluye orientaciones sectoriales y el cálculo de la reducción de emisiones necesaria, según los expertos. «No podemos decir que sea sencillo, es algo bastante complejo, pero es una guía confiable. Yo diría que las dudas comenzaron cuando el mercado tomó conciencia de la complejidad de cumplir los objetivos, especialmente las empresas que se adelantaron en la aprobación», explica Higor Turcheto.

Tras las dudas sobre el proceso, la gobernanza y la inclusión de compensaciones, SBTi mejoró su evaluación desde el punto de vista del método y la aprobación. “Se lanzaron algunas alternativas, pero SBTi es el único estándar que logró hacer esta transcripción a algo más concreto y ha intensificado este objetivo con el lanzamiento de guías sectoriales, aunque existe la dificultad de hacer la tropicalización cuando miramos el escenario brasileño”, afirma Turcheto.

Vitor Magno añade que la cuestión principal es que la verdad científica no ha cambiado. «Creo que las empresas pensaron que el proceso podría flexibilizarse, pero el reto de reducir las emisiones no desaparecerá sin grandes cambios. La regla del SBTi es muy estricta, pero ese rigor es lo que ha aportado fiabilidad al estándar», dice.

Principales retos

Una vez superada la cuestión de la fiabilidad, la conversación se centró en el reto de presentar y conseguir que se apruebe un objetivo. Los consultores explicaron que el proceso sigue unos rituales y criterios que, al principio, no estaban tan claros, pero que se perfeccionaron tras las críticas de 2024. «De este modo, creo que el principal reto es tener claridad sobre la información del inventario de la organización, especialmente la visibilidad de las emisiones de Alcance 3, más difíciles de cuantificar», afirma Turcheto. Magno añade que esto se debe a la amplitud de las cadenas de valor y a la dificultad de obtener datos de terceros.

Otro punto que se reforzó en la charla es que los objetivos a corto plazo están cerca, ya que faltan pocos años para 2030. Especialmente en este contexto, tener claridad sobre las acciones necesarias para alcanzar los objetivos y un plan financiero son puntos esenciales para que no sea necesario dar marcha atrás en los compromisos. «La organización tendrá que examinar los procesos, evaluar a los proveedores, por lo que, si no hay recursos financieros para el plan de descarbonización, el objetivo por sí solo no se llevará a cabo», evalúa Turcheto.

Como ejemplo, los consultores señalaron que, si una empresa tiene como objetivo reducir el consumo de combustible en cinco años, debe empezar a planificarlo desde ahora. Además de la planificación, es necesario revisar y supervisar con frecuencia las acciones y los resultados, actuar de manera transversal, involucrar a la alta dirección y definir funciones claras para tener éxito en este camino.

Vea el episodio completo en YouTube (audio en español, active los subtítulos automáticos).

Maria Luiza Gonçalves
Periodista y Analista Sénior de Comunicación en WayCarbon |  + posts

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