Un estudio inédito analiza la demanda de créditos de carbono en Brasil

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Press release – Brasil reúne condiciones únicas para convertirse en uno de los protagonistas de la economía baja en carbono. Esta es una de las conclusiones del estudio «Oportunidades para Brasil en los mercados de carbono», elaborado por ICC Brasil, en colaboración con WayCarbon y con el patrocinio de Braskem, Cielo, Bayer, Itaú, SAP y Shell. El documento analiza las posibilidades de los segmentos del mercado de carbono, centrándose en el potencial nacional de oferta y demanda de créditos de carbono.

El documento, lanzado durante la COP30, detalla las oportunidades para el país en los tres entornos de los mercados de carbono, a partir de una visión de los vectores de la demanda: los mecanismos del artículo 6 del Acuerdo de París, el mercado voluntario y el Sistema Brasileño de Comercio de Emisiones (SBCE).   

El estudio destaca que el país ya es uno de los mayores emisores de créditos de carbono en el mercado voluntario, con 148 millones de toneladas de CO₂ equivalentes generadas. Más aún, en un e20scenario de cooperación internacional para reducir el calentamiento global, si Brasil liberara su potencial de descarbonización más allá de su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC por sus sigla en inglés), tendría el potencial de ser líder en la venta de resultados de mitigación transferidos internacionalmente (ITMO), lo que correspondería a alrededor del 33 % de la demanda mundial, en el marco del artículo 6 del Acuerdo de París, mecanismo que regula el comercio mundial de créditos entre países.  

Otro punto del estudio indica además que la regulación del SBCE representa un hito decisivo para la consolidación de este mercado de créditos. Según el estudio, a partir de 2030, el SBCE podría convertirse en el mayor vector de demanda en los mercados nacionales de carbono y crecer hasta un 530%, pasando de 13,5 millones en 2024 a alrededor de 85 millones de toneladas de CO₂ equivalentes generadas, en un escenario en el que se acepten el 20% de los créditos de carbono (Certificados de Reducción o Remoción Verificada de Emisiones – CRVEs, como se denominan los créditos aceptados en el SBCE) para la conciliación de las obligaciones del SBCE. Y, a partir de 2050, el alcance del net-zero global se convierte en el factor de mayor influencia para la demanda en los mercados de carbono. A largo plazo, la principal oportunidad para el mercado brasileño estaría relacionada con el pleno funcionamiento del Acuerdo de París.  

«Los mercados de carbono son mecanismos de transición importantes y pueden impulsar un nuevo modelo de competitividad global. Necesitamos un entorno empresarial favorable y seguridad jurídica para transformar el potencial natural de Brasil en valor estratégico y protagonismo internacional. La economía baja en carbono no debe verse como una tendencia futura, sino que puede ser el pilar de la economía del presente», destaca Gabriella Dorlhiac, directora ejecutiva de ICC Brasil. 

El informe también señala que los sectores de Agricultura, Bosques y Otros Usos de la Tierra y Energía son responsables del mayor volumen de créditos generados y retirados en Brasil, en el ámbito del mercado voluntario. Los sectores más comunes entre los beneficiarios de los créditos de carbono brasileños son los de logística (24 %), petróleo y gas (20 %) y bienes y servicios de consumo (15 %).  

«Braskem cree que la industria puede ser parte de la solución para hacer frente al cambio climático y apoya iniciativas que promueven el desarrollo sostenible. Desde hace más de diez años, la empresa defiende la importancia de la fijación de precios del carbono como estrategia para acelerar la transición hacia una economía baja en carbono. Y es esencial que existan estudios que generen conocimiento y, en colaboración con la industria, permitan la elaboración de políticas públicas que fomenten la innovación tecnológica y garanticen la competitividad en una transición justa e inclusiva», afirma Jorge Soto, director de Desarrollo Sostenible de Braskem. 

Retos futuros 

Entre los retos para consolidar este liderazgo, persisten aquellos relacionados especialmente con la demanda y la estructura de los mercados. En el caso del artículo 6 del Acuerdo de París, por ejemplo, se encuentran la infraestructura fragmentada y una mayor claridad en cuanto al proceso de autorización de ventas de créditos con los ajustes correspondientes. Para el mercado voluntario, aún existen metodologías complejas e incertidumbre en relación con la demanda futura. La falta de estandarización de los créditos y la calidad inconsistente también se presentan como desafíos que deben superarse.  

Para la SBCE, el riesgo de una regulación tardía puede reducir la ventana de oportunidades de este mercado. Todavía es necesario avanzar en las definiciones relativas a una infraestructura sólida de transparencia y supervisión técnica, además de la posible interoperabilidad de los créditos entre los sectores regulados y no regulados. 

«El mercado y sus agentes buscan transparencia, convergencia contable y seguridad regulatoria. El momento que vivimos es de ajustes en el mercado voluntario y de implementación del SBCE y de los mecanismos del Artículo 6. Al abordar los elementos prioritarios que hoy crean incertidumbres, esperamos observar un fortalecimiento de la demanda y una recuperación de los precios del carbono a niveles que, de hecho, creen incentivos para inversiones a escala en proyectos de descarbonización», afirma Henrique Pereira, director de operaciones de WayCarbon.  

Las oportunidades del mercado de carbono ponen de manifiesto el reto de garantizar una transición climática justa en Brasil. La participación del sector minorista es esencial en este proceso. Cielo ha actuado como socio estratégico, impulsando negocios inclusivos y sostenibles. En la COP30, reforzamos nuestro compromiso con la neutralización de las emisiones y el desarrollo sostenible. El estudio de ICC Brasil es un hito importante, ya que muestra que Brasil tiene el potencial de asumir un papel protagonista en la economía baja en carbono, siempre que avance en materia de regulaciones e infraestructura y tenga como objetivos su integridad y el desarrollo socioeconómico», afirma Daniel Poli, director ejecutivo de Sostenibilidad e Impacto de Cielo.  

Al alinear la conservación del medio ambiente, la innovación y la rentabilidad, Brasil puede posicionarse como el gran centro neurálgico de la nueva economía verde global, de manera que conecte el crecimiento económico y la sostenibilidad en una misma agenda. El reto es consolidar mercados de carbono fiables, de alta integridad y capaces de generar prosperidad con un impacto positivo. 

Lea el estudio completo (en inglés):

WayCarbon
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