Informe sobre riesgos climáticos: tendencias y lecciones mundiales

El mes pasado participé en la conferencia Climate Risk Reporting 2025, organizada por la Sustainable Finance and Regulation (SFR) en Londres, Inglaterra. En el encuentro se debatieron los retos, oportunidades y tendencias de los informes empresariales sobre riesgos climáticos, con especial atención a la adaptación de las empresas a las nuevas normas internacionales sobre sostenibilidad y clima. Asistí a las presentaciones de 62 ponentes, entre ellos destacados líderes informadores, inversores y representantes de distintos sectores y consultorías – una diversidad que promovió un rico intercambio de experiencias.
El principal objetivo de la conferencia era explorar los cambios en los requisitos de divulgación (incluidos ISSB, TPT, CSRD, SEC, CDP, GRI, CSDDD, entre otros) y comprender cómo se preparan las empresas europeas para aplicarlos de forma eficaz, fiable y transparente. En este sentido, se abordaron los ajustes de los informes para cumplir los requisitos del ISSB (International Sustainability Standards Board) y la transparencia en la elaboración de planes de transición fiables hacia una economía Net-Zero.
Basándome en esta experiencia, traigo a continuación las principales ideas presentadas en los paneles y las complemento con mi experiencia práctica de más de diez años trabajando en el campo y siguiendo la evolución del tema.
Lecciones
El retroceso de la agenda climática en Estados Unidos puede afectar negativamente a la dinámica mundial a corto y medio plazo, con repercusiones directas para las empresas. Ante un futuro (al menos de momento) inevitable, se hace imprescindible analizar la identificación de los riesgos climáticos en las empresas de todos los sectores y geografías, teniendo en cuenta la cadena de producción.
Este análisis debe ser comprendido e incorporado estratégicamente por los responsables de la toma de decisiones. En este sentido, los informes y frameworks sirven como herramientas para dar más transparencia y seguridad a los Boards, a través de planes de adaptación que utilicen un enfoque financiero con inversiones a corto y medio plazo. Además, el uso de sistemas tecnológicos para apoyar a la gestión de riesgos es esencial para que la empresa tenga visibilidad sobre los indicadores y los planes de acción.
Algunos pasos fundamentales en este proceso incluyen el análisis de los escenarios de estrés climático y la comprensión de lo que realmente representa un riesgo material para cada tipo de negocio. En este caso, no existe una norma única, ya que cada empresa tiene características específicas, como una mayor o menor dependencia de la cadena de suministro, por ejemplo.
La agenda de los riesgos climáticos es financiera
Otro punto crucial es la traducción de los indicadores climáticos en indicadores financieros. Aquí está la clave para el uso correcto de los análisis y para convencer a la alta dirección a participar en la agenda: el lenguaje empresarial, el business case que debe presentarse al Board. En este contexto surge la Ingeniería del Riesgo Climático, que ofrece una visión holística de la evaluación de riesgos y trabaja sobre tres aspectos: el acceso al capital, el compliance y la ventaja competitiva. Estos temas deben apoyarse en los siguientes pilares:
– Plan de transición (con apoyo financiero);
– Comunicación estratégica (lenguaje orientado al Board);
– Estrategia política responsable (toma de decisiones basada en datos fiables);
– Cuantificación financiera (monetización de los riesgos climáticos desde una perspectiva de costes frente a inversiones).
Tres tendencias emergentes
Además de las lecciones presentadas anteriormente, destaco a continuación las tres tendencias identificadas en la Climate Risk Reporting. Entre ellas, destaco la importancia de integrar la agenda climática al lenguaje financiero y el papel de la tecnología en este tema – ya mencionados anteriormente en este artículo.
1. Traducir las variables climáticas en frameworks financieros de las empresas
Esta iniciativa optimiza la asignación de capital. De este modo, se puede trabajar con las partes interesadas como en un plan de inversión. En otras palabras, hay que dar credibilidad financiera a los riesgos enumerados en la planificación financiera (CAPEX, OPEX, KPI, etc.). Este cambio requiere una comunicación cada vez más ejecutiva y financiera, que aclare el análisis del clima.
2. Pragmatismo en los informes climáticos
Negar el riesgo climático debido a los cambios normativos, el contexto geopolítico y la relajación de las normas en la Unión Europea es un peligro para la sostenibilidad de cualquier empresa. La tendencia es de pragmatismo en los informes, de modo que no se debiliten las implicaciones, sino que se permitan establecer normas. Esto es fundamental para que las auditorías puedan evaluar correctamente las métricas.
3. Necesidad de herramientas fiables de gestión de riesgos
Para garantizar la transparencia, la precisión y la comparabilidad de los activos individuales y de las carteras, es esencial que los inversores dispongan de información detallada sobre los riesgos identificados y, en particular, sobre lo que se está haciendo para reducirlos.
Por último, destaco que el análisis del riesgo climático ya no es una opción; es fundamental para dar forma al futuro de las finanzas sostenibles en las empresas. En WayCarbon a través de servicios de asesoramiento y de nuestra plataforma tecnológica, desarrollamos análisis de riesgos y planes de adaptación para organizaciones de sectores como el comercio minorista, energía e industria agraria, y hemos visto en la práctica el movimiento de grandes empresas que comprenden el valor estratégico de esta agenda.
Esta recomendación también se aplica a los informes sobre el clima y la sostenibilidad. Normativas como la CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) tienen implicaciones significativas para las empresas brasileñas que operan o mantienen relaciones comerciales con la Unión Europea, por ejemplo. Por lo tanto, las empresas deben empezar a adaptarse a estos nuevos requisitos para evitar impactos negativos en sus operaciones comerciales internacionales.
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