El Nuevo Protagonismo de la Huella de Carbono
Autora: Carla Leal (directora de Growth en WayCarbon)
El cambio climático gana en la agenda ejecutiva
El cambio climático, una amenaza real para la vida en el planeta, ha sido un tema recurrente en los debates de científicos, gobiernos, ecologistas y organizaciones a nivel mundial. La formación de la Cumbre para la Tierra (o CMNUCC) en 1992 fue la pieza clave para la convergencia de los conocimientos científicos, que recientemente ha dado lugar a la publicación del 6º Informe del IPCC. Pero ha sido a partir del reciente compromiso de los inversores institucionales – con la emblemática carta de Larry Fink, de Black Rock, en 2019 sobre rentabilidad y el propósito – que las presiones de los actores del mercado de capitales sobre la cuestión del clima han aterrizado con mayor énfasis en la agenda de los consejos de administración y en las cuestiones de las relaciones con los inversores.
Con la creciente presión de los consejos de administración y del mercado, la información sobre las emisiones de gases de efecto invernadero es cada vez más demandada para diferentes fines. Los bancos, las agencias de calificación y los inversores institucionales empezaron a entender no sólo lo que significan los ámbitos 1, 2 y 3, sino también a pedir detalles sobre las fuentes de emisión, los tipos de gases, los objetivos, los compromisos, las estrategias de mitigación y las herramientas de gestión utilizadas para cumplir los objetivos propuestos.
El cálculo de la huella de carbono, antes restringido al área de sostenibilidad y a informes específicos, gana relevancia y una nueva visibilidad organizacional. En consecuencia, las nuevas tendencias relativas a la gestión de las emisiones de gases de efecto invernadero ganan amplitud en términos de frecuencia y alcance.
Tendencia # 1: de la foto a la película
La recopilación anual de datos está resultando insuficiente para satisfacer las demandas del mercado. La tendencia es tener las emisiones de GEI calculadas, al menos, mensualmente. Para ello, empresas líderes han conectado sus ERPs a su sistema de gestión de emisiones de GEI, con el fin de calcular mensualmente sus emisiones y publicarlas trimestralmente junto con sus informes financieros.
La mirada estática que refleja las emisiones pasadas – y sobre las que ya no hay nada que hacer – deja espacio para otra dinámica, la de seguir las emisiones al ritmo de producción y venta, posibilitando la planificación y seguimiento a corto, medio y largo plazo.
Tendencia # 2: mayor profundidad de análisis
Además del ya tradicional Carbon Disclosure Project (CDP), los cuestionarios de bolsas de valores, bancos, agencias de rating, entidades del sector, revistas de negocios, entre otros, han profundizado el tipo de información requerida. El logro de benchmarks y el uso de métricas comparativas de eficiencia del sector se han vuelto más comunes.
Como resultado, existe una necesidad creciente de análisis en profundidad, de la creación de planes de mitigación desplegados por las diferentes unidades operativas y de proyecciones de tendencias que permitan a la compañía anticipar resultados futuros de sus emisiones.
Tendencia #3: expansión del alcance – alcance 3
Si anteriormente el inventario de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de alcance 1 y 2 era suficiente para propósitos de informes organizacionales, el establecimiento de metas basadas en la ciencia (SBTi) enfatizó la necesidad de incorporar emisiones indirectas. Por lo tanto, cada vez más, calcular las emisiones a través de los límites organizacionales se vuelve inevitable, pero a costa de una mayor complejidad para las decisiones sobre la materialidad de cada categoría y para recopilar información que no siempre está estructurada dentro de la organización.
Esta ampliación de cobertura ha provocado un aumento de las demandas de las grandes empresas en sus cadenas de suministro. Los proveedores están cada vez más presionados para calcular la huella de carbono de sus productos, basándose en sus propios inventarios. En resumen, hay una amplificación del impacto para una amplia gama de empresas que a menudo no estaban sujetas al escrutinio del mercado con respecto a sus emisiones.
En resumen, el número de organizaciones que elaboran sus inventarios de emisiones de GEI crece cada año. El último informe publicado por Carbon Disclosure Project (CDP) muestra que, en 2019, más de 9600 empresas – más del 50% de las empresas listadas en todo el mundo ese año – revelaron información sobre sus emisiones al CDP.
La forma más innovadora de calcular la huella de carbono para la realización de Inventarios de Gases de Efecto Invernadero
El inventario de emisiones de GEI recoge datos específicos sobre las actividades de las organizaciones, las fuentes de emisión y su alcance, lo que requiere un cuidado especial en el mapeo, clasificación y cálculos para obtener el mayor nivel de precisión posible. Este trabajo, ya sea en una industria, segmento, ciudad, estado o país, es una ingeniería compleja, requiere profesionales especializados y herramientas adecuadas.
Comúnmente presentado por la empresa que calcula su huella de carbono en cada ciclo anual, la metodología de captura, seguimiento, selección y tratamiento de esta información se puede simplificar si la organización opta por realizar un seguimiento sistemático, diario, con recortes y reportes parciales de sus emisiones a lo largo del año. Esta decisión, de acuerdo con los lineamientos presentados por los protocolos internacionales, otorga aún más confiabilidad al inventario y la credibilidad de la empresa como organización comprometida con la agenda climática.
La toma de decisiones sobre la gestión de emisiones de GEI tiende a ser mucho más estratégica cuando se apoya en información confiable, que asegura la veracidad de los datos recolectados, para la definición de iniciativas de control y mitigación de riesgos y la veracidad del inventario de GEI. Esto es lo que propone Climas, el software líder en el mercado para la gestión de ESG en Brasil.
La herramienta permite la ejecución de todas las etapas, desde el mapeo de fuentes y recolección de datos hasta la gestión de diferentes tipos de indicadores, además de poner a disposición los datos en los formatos requeridos por los diferentes marcos de mercado.
Climas cuenta con una base de datos que contiene más de 30.000 factores de emisión recolectados de diferentes bibliotecas globales y fue desarrollada por WayCarbon con el propósito de integrar la gestión en una sola herramienta para que la empresa pueda evolucionar en la agenda climática.
Además del inventario de emisiones, Climas también cuenta con módulos para la gestión de aguas y residuos, además de cumplir con diferentes programas de reporte, como el GRI y DJSI, por ejemplo. Utilizado por empresas presentes en 14 países, es el líder del mercado en las grandes empresas que cotizan en bolsa en Brasil.