Directrices para acelerar la descarbonización del Sector Marítimo-Portuario

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Según el 6º Informe de Evaluación (AR6) del IPCC (sigla en inglés de Intergovernmental Panel on Climate Change), el sector transporte fue responsable de 8,7 GtCO₂-eq en 2019, lo que representa el 23% de las emisiones globales de CO₂ relacionadas con la energía. Dentro del sector, el transporte marítimo representó el 11% de estas emisiones, mientras que el transporte por carretera, la aviación y los ferrocarriles respondieron por el 70%, 12% y 1%, respectivamente. 

En el contexto de las perspectivas de aumento de emisiones del sector, la Organización Marítima Internacional (IMO) señala que entre 2012 y 2018 estas emisiones crecieron un 9,6% y que, sin acciones adicionales, podrían aumentar un 50% hacia 2050. La principal fuente de estas emisiones está relacionada con el consumo de combustibles fósiles, como el bunker oil y el diésel marino. 

Bajo esta perspectiva, en 2023 la IMO publicó su estrategia de reducción de emisiones de GEI y, en abril de 2025, declaró su compromiso de alcanzar emisiones netas cero para 2050, con el objetivo de contribuir a la meta global de limitar el calentamiento del planeta a 1,5°C, conforme al Acuerdo de París. 

Riesgos y desafíos para la descarbonización del Sector Marítimo

Las instalaciones portuarias, al estar ubicadas en zonas costeras, son particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, marejadas, tormentas intensas, inundaciones y eventos extremos. Según el IPCC, el incremento de la temperatura global está directamente vinculado a la intensificación de estos fenómenos, con proyecciones de que grandes ciudades costeras podrían quedar sumergidas si no se toman medidas urgentes. 

Además de los riesgos físicos, los puertos enfrentan desafíos operativos y económicos, como interrupciones en las cadenas logísticas, daños en infraestructuras críticas y aumento de costos de seguros y mantenimiento. Tal como destacó el Banco Mundial en 2023, la resiliencia portuaria es esencial para proteger el comercio global y la seguridad del suministro de alimentos. 

En cuanto a los barcos, estos enfrentan la necesidad de avances en investigación para el desarrollo de combustibles alternativos de bajo carbono, baterías, motores híbridos y tecnologías de digitalización y automatización. Asimismo, la navegación se ve afectada por los eventos climáticos extremos, que pueden ocasionar desde daños en la estructura de las embarcaciones hasta interrupciones o cambios en las rutas, resultando en mayores costos operativos y quiebres en las cadenas logísticas, como se observó en 2023 en la región Norte de Brasil. 

La adaptación del sector 

Frente a los desafíos mencionados, algunos direccionadores pueden acelerar la transformación necesaria para contribuir a la descarbonización del sector. En el caso de los puertos, las inversiones en infraestructura adaptativa, como elevación de muelles, sistemas inteligentes de drenaje y barreras contra marejadas, son fundamentales para garantizar la continuidad operativa y proteger activos estratégicos. 

Otra acción necesaria es la reducción de las emisiones asociadas a las operaciones portuarias y logísticas mediante la electrificación de equipos, el uso de energías renovables y la digitalización de procesos. Puertos como Rotterdam y Los Ángeles ya operan con metas de electrificación total. 

Adicionalmente, es relevante la implementación de sistemas de suministro de energía eléctrica (Cold Ironing) a los barcos atracados. Esto evita el uso de motores auxiliares a diésel, reduciendo emisiones de CO₂, NOₓ y material particulado. 

Acelerar el desarrollo de combustibles de bajo carbono como metanol verde, HVO, amoníaco, biocombustibles (biodiésel y etanol) e hidrógeno, también es esencial para alcanzar las metas de neutralidad climática, así como desarrollar una infraestructura adecuada para el suministro de estos combustibles a las embarcaciones. 

Como medida de adaptación, el uso de tecnologías como IoT (en español como Internet de las Cosas), inteligencia artificial, sensores y blockchain permite optimizar rutas, reducir tiempos de espera, minimizar el consumo energético y garantizar pronósticos meteorológicos en tiempo real para la toma de decisiones. Además, la aplicación de materiales más resistentes a tormentas y a la corrosión ayuda a mantener una infraestructura resiliente ante eventos climáticos extremos. 

Oportunidades 

Más allá de los riesgos y desafíos señalados, es importante evaluar el tema desde la perspectiva de las oportunidades. La infraestructura portuaria presenta un gran potencial para convertirse en un polo productor de hidrógeno verde, especialmente en Brasil, gracias a su oferta de energía renovable. 

La producción de hidrógeno verde se facilita por la posibilidad de suministro de energía a través de plantas eólicas offshore, y su oferta tanto del combustible como de sus derivados, puede destinarse a empresas instaladas en la zona, a embarcaciones que adopten combustibles alternativos o a la exportación en corredores marítimos verdes. 

Referencias 

World Bank Group: Sustainable Development in Shipping and Ports 

IMO – International Maritime Organization 
IPCC – Intergovernmental Panel on Climate Change 
ICCT – International Council on Clean Transportation 
UNCTAD – United Nations Conference on Trade and Development (Review of Maritime Transport) 
 

Higor Turcheto
Gerente de Mitigación en WayCarbon |  + posts
Laise Mondo
Coordinadora de Sostenibilidad en WayCarbon |  + posts

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